• Neuropatías en el embarazo

    NEUROPATÍAS EN  EL EMBARAZO

    En este capítulo desarrollaremos las peculiaridades que presentan algunas neuropatías adquiridas que aparecen con más frecuencia durante la gestación o cuyo tratamiento durante este periodo podría presentar peculiaridades.

    - Parálisis Facial

    La incidencia de la parálisis facial idiopática durante el embarazo es controvertida, mientras algunos autores hablan de una frecuencia 3-4 veces mayor durante el mismo, otros aseguran que no existe mayor incidencia que en la población general. En caso de aparecer, lo hace generalmente durante el tercer trimestre del embarazo o el postparto. Su tratamiento en estos casos no está establecido, aunque el uso de corticoides (fármaco categoría C) y el aciclovir (categoría B) durante el embarazo parece no presentar un riesgo elevado.

    - Síndrome del túnel del Carpo

    Una de cada cinco mujeres experimentan alteración de la sensibilidad en manos en forma de dolor y hormigueos en los tres primeros dedos, de predominio nocturno y durante el día al realizar movimientos de flexión o extensión de la muñeca, generalmente durante el tercer trimestre del embarazo, atribuibles a compresión del nervio mediano en la muñeca. Se ha asociado a edema periférico, aumento de peso y retención de líquidos y generalmente su pronóstico es muy bueno, desapareciendo los síntomas unas semanas después del parto (el 95% están asintomáticas en las dos primeras semanas después del parto). En caso de precisar tratamiento se aconseja tratamiento conservador mediante el uso de una férula que mantenga la muñeca en posición neutra, sobre todo durante la noche, y la inyección local de corticoides si las molestias son intensas. Antes de plantear la liberación quirúrgica del nervio se debe esperar al menos un mes tras el parto, por si se produce una mejoría espontánea de los síntomas.

    - Meralgia parestésica

    La distensión de la pared abdominal junto con el aumento de la lordosis fisiológica favorece la compresión del nervio femorocutáneo a nivel del ligamento inguinal o a nivel del muslo al penetrar en el tensor de la fascia lata. Su compresión (uni o bilateral) dará lugar a la presencia de alteración de la sensibilidad en forma de hormigueos y/o hipoestesia o dolor tipo quemante, en la cara anteroexterna del muslo. Generalmente se resuelve en menos de tres meses tras el parto al tratarse de una neuroapraxia por compresión externa. En caso de aparecer, se deberán evitar ropas ajustadas a la cadera y en caso de que los síntomas sean graves o persistentes puede realizarse un bloqueo del nervio guiado por ecografía.

    - Poliradiculoneuropatía inflamatoria desmielinizante aguda y crónica

    La incidencia o el curso de la poliradiculoneuropatía desmielinizante aguda no se ve influida por el embarazo, aunque en el caso de las formas crónicas la probabilidad de presentar una recidiva se ve aumentada x3 durante el embarazo y el puerperio. El tratamiento con corticoides, inmunoglobulinas humanas y plasmaféresis parece seguro durante el embarazo.

    - Enfermedad de Charcot-Marie-tooth tipo I

    Se han descrito empeoramientos clínicos durante el embarazo que no siempre se recuperan tras el parto. Por otro lado, existe un incremento en el riesgo de anomalías de presentación, uso de fórceps, hemorragia postparto y necesidad de cesárea en mujeres con polineuropatía hereditaria desmielinizante tipo IA. En caso de anestesia general, debe evitarse el uso de succinilcolina por el riesgo de hiperpotasemia.

    - Parálisis obstétrica materna

    Durante el parto pueden producirse lesiones traumáticas agudas de nervios periféricos por compresión de la cabeza fetal o el uso de fórceps, sobre todo en caso de primigrávidas, distocia, desproporción craenopélvica o parto prolongado. Los troncos nerviosos más frecuentemente afectados son los integrantes del plexo lumbosacro aunque también pueden dañarse el nervio femoral o el obturador. El nervio femoral puede comprimirse en la vecindad del ligamento inguinal durante el parto vaginal, debido a la postura con las caderas en flexión, rotación externa y separación. El nervio obturador se encuentra profundamente en la pelvis, pero puede ser dañado por la cabeza fetal o el fórceps durante el parto. Generalmente se trata de neuroapraxias por compresión externa y por tanto el pronóstico es excelente. Una de las lesiones neurológicas más frecuentes tras un parto es un pie caído. Puede deberse a lesión radicular L5, plexopatía lumbosacra, lesión del nervio ciático o lesión del nervio peroneo común a nivel de la cabeza del peroné. Esta última era antes mucho más frecuente debido a la postura durante el parto, con las piernas colocadas sobre estribos que favorecían la compresión de la cara externa de las rodillas.

    Bibliografía

    – Mabie W. Peripheral neuropathies during pregnancy. Clin Obstet Gynecol 2005;48(1):57-66.

    – Padua L, Di Pasquale A, Pazzaglia C, Liotta GA, Librante A, Mondelli M. Systematic review of pregnancy-related carpal tunnel syndrome. Muscle Nerve 2010;42(5):697-702.

    – Hoff J, Gilhus N, Daltveit A. Pregnancies and deliveries in patients with Charcot-Marie-Tooth disease. Neurology 2005;64(3):459-62.