• Lesiones del plexo braquial.

    Las causas más frecuentes son la traumática (tras accidentes de tráfico o en el parto), la invasión por tumores, las derivadas del tratamiento de los tumores con radioterapia como efecto tardío y las idiopáticas como el síndrome de Parsonage-Turner y la neuralgia amiotrófica familiar.
    La neuralgia amiotrófica o síndrome de Parsonage–Turner es un trastorno de etiología desconocida, probablemente debido a causas inflamatorias y/o autoinmunes. El paciente comienza con intenso dolor en hombro y brazo que empeora por la noche. La causa puede no aclararse hasta que en unos días o semanas se aprecian debilidad y atrofias en el brazo. A veces se recoge el antecedente de infecciones o vacunaciones previas. Pueden administrarse corticoides aunque probablemente no modifican la evolución natural que es hacia la resolución espontánea del dolor, pudiendo quedar déficits motores residuales.
    Algunos pacientes presentan episodios recurrentes de plexopatía braquial de este tipo con un carácter familiar que sigue una herencia autosómica dominante. Se asocia a un fenotipo facial peculiar. El defecto genético reside en el cromosoma 17. Los pacientes con neuropatía hereditaria con susceptibilidad a la presión pueden tener también ataques recurrentes de parálisis braquial
    En los pacientes con antecedentes de neoplasia en la vecindad del plexo (especialmente pulmón o mama) que en sido radiados y desarrollan afectación del plexo siempre se plantea la disyuntiva entre plexopatía por infiltración tumoral o posradioterapia. La infiltración tumoral suele ser dolorosa y con más frecuencia afecta al plexo inferior. En la plexopatía posradioterapia la debilidad predomina sobre el dolor y se interesa más el plexo superior. La existencia de mioquimias y fasciculaciones en la electromiografía apoyan el diagnóstico de plexopatía posradioterapia. La RM pone de manifiesto mejor la infiltración tumoral.