• Semiología de las lesiones del cerebelo

       Cada hemisferio cerebeloso está conectado por vías nerviosas principalmente con el mismo lado del cuerpo, de modo que una lesión de un hemisferio cerebeloso da origen a signos y síntomas que están limitados al mismo lado del cuerpo. Asimismo, aunque se ha destacado la importancia del cerebelo en el mantenimiento del tono muscular y la coordinación del movimiento, los síntomas y signos de las lesiones agudas difieren de los producidos por lesiones crónicas; esto sugiere que otras áreas del sistema nervioso central pueden compensar la pérdida de función cerebelosa.


       Los siguientes signos y síntomas son característicos de la disfunción cerebelosa:


       HIPOTONÍA MUSCULAR


       La hipotonía es una pérdida del tono muscular normal (grado de contracción que siempre tienen los músculos aunque estén en reposo), en la que los músculos están blandos y flácidos a la palpación y ofrecen una resistencia inferior a la normal al movimiento pasivo de las articulaciones. Al sacudir la extremidad, se producen movimientos excesivos en las articulaciones terminales. Suele acompañarse de reflejos osteotendinosos disminuidos y de tipo pendular, junto con un llamativo fenómeno de rebote en la prueba de Stewart-Holmes. Es atribuible a la pérdida de influencia cerebelosa sobre el reflejo de estiramiento simple.


       ATAXIA


       Se define como una pérdida de la coordinación motora de los movimientos voluntarios. Es la descoordinación en el movimiento muscular de las distintas partes del cuerpo, y que puede afectar a las extremidades, el tronco, el habla, a los movimientos oculares... Los músculos se contraen de forma irregular y débil. Durante una actividad normal, como la de desvestirse o abrocharse la ropa, aparecen errores en la rapidez, amplitud, dirección y fuerza de los movimientos. El movimiento puede iniciarse lentamente, puede ser de una amplitud excesiva o puede aplicarse una fuerza demasiado intensa. Los distintos componentes del movimiento entran en juego en un momento inadecuado. Los intentos de compensación de este problema provocan movimientos de corrección bruscos, con lo que se produce el patrón espasmódico e irregular que va más allá del punto de detención pretendido. Predomina la ataxia axial bilateral cuando se lesiona el vermix. El test de Romberg permite distinguir entre ataxia cerebelosa y otras formas de ataxia. En ocasiones una ataxia sutil puede manifestarse pidiendo al paciente que camine en tándem.


       ASINERGIA


       Los grupos musculares no pueden funcionar armoniosamente y hay descomposición del movimiento. Esto se manifiesta en un desequilibrio para mantenerse de pie, una descomposición del movimiento gestual y en los gestos finos. En el individuo normal al inclinar la cabeza y el tronco hacia atrás, flexiona las piernas para compensar la inclinación y no caer. Cuando existe una cerebelopatía estos movimientos sinérgicos compensadores dejan de realizarse y, al reclinar la cabeza hacia atrás, el paciente cae desplomado a no ser que se le sujete.


       DISMETRÍA


       La alteración de la coordinación de los movimientos voluntarios da lugar a la aparición de dismetría, que se define como la ejecución de los movimientos sin medida en el tiempo ni en el espacio (con excesiva brusquedad, rapidez, amplitud, etc.). En las pruebas cerebelosas, dedo-naríz o talón-rodilla, la velocidad y el inicio del movimiento no se encuentran afectos, pero cuando el dedo o el talón se aproximan a la naríz o la rodilla, sobrepasan su destino o el paciente corrige la maniobra excesivamente (dismetría).


       DISDIADOCOCINESIA


       Es la incapacidad de realizar movimientos alternantes regulares y rápidos. Solicite al paciente que prone y supine rápidamente los antebrazos. Del lado de la lesión cerebelosa, los movimientos son lentos, en sacudidas e incompletos.


     


       BIBLIOGRAFÍA


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