• Tuberculosis. Mal de Pott.

    La afectación neurológica en la infección tuberculosa se desarrolla a varios niveles: meningitis, afectación del SNC por tuberculomas, mielitis, radiculitis, etc…La enfermedad de Pott es una osteomielitis tuberculosa de la columna vertebral que lleva a una típica deformidad cifótica angulada de los cuerpos vertebrales a nivel lumbar alto y torácico, de importancia por las complicaciones neurológicas compresivas que puede originar. La osteomielitis es causa de la diseminación hematógena con invasión ósea del micobacterium tuberculosis a partir de un foco primario, que con frecuencia es pulmonar. Origina una endarteritis infecciosa con posterior necrosis ósea.
    Clínicamente se aprecia dolor lumbar localizado, que es raro que no se acompañe de signos de afectación sistémica: síntomas generales, fiebre y aumento de reactantes de fase aguda. La tendencia a desarrollarse con curso crónico, condiciona un retraso diagnóstico que lleva a una mayor cantidad de complicaciones neurológicas.
    Afecta más a niños y adultos jóvenes en países donde la tuberculosis es una enfermedad endémica. Su pésimo pronóstico en la era anterior al uso de antituberculóstáticos, ha mejorado, también gracias a las nuevas técnicas quirúrgicas de fijación de la columna.
    Las complicaciones más temidas son los déficits neurológicos, especialmente la compresión medular habitualmente por la extensión de la infección al espacio epidural y menos frecuentemente por la deformidad de la columna. La mielitis y la radiculitis por invasión directa de las estructuras neurales son complicaciones más raras.
    La Resonancia Magnética permite su diagnóstico con una sensibilidad del 100% y una alta especificidad.
    La base del tratamiento es inicialmente médico con la administración de fármacos antituberculostáticos. Isoniacida, rifampicina, etambutol y pirazinamida durante 2 meses, para continuar con los 2 primeros hasta completar un tratamiento de entre 9-12 meses en los casos de afectación espinal (González Martín J 2010). Algunas osteomielitis tuberculosas son refractarias al tratamiento médico en relación con la presencia de coinfección VIH y aparición de micobacterias multirresistentes a los fármacos habitualmente utilizados.
    La cirugía se reserva para prevención y tratamiento de las complicaciones y está indicada si existe falta de mejoría o empeoramiento a pesar del tratamiento médico y desarrollo de déficits neurológicos, ya sea por compresión medular  de abscesos epidurales o por las deformidades cifóticas progresivas (Jain AK 2010)

    BIBLIOGRAFÍA
    -González-Martin J, García-García JM, Anibarro L, Vidal R, Esteban J, Blaquer R et al. (2010). Consensos document on the diagnosis, treatment and prevention of tuberculosis. Arch Bronconeumol. 46:255-274.
    -Jain AK. (2010). Tuberculosis of the spine: a fresh look at an old disease. J Bone Joint Surg Br. 92: 905-913.