• Hiperreflexia en el síndrome piramidal

        Los reflejos son movimientos involuntarios que se desencadenan en respuesta a la aplicación de un estímulo específico. La degeneración de la vía piramidal ocasiona que se altere la actividad moduladora que ésta ejerce sobre la actividad del centro segmentario, por tanto el reflejo miotático se exalta. La hiperreflexia no aparece de inmediato en una lesión aguda sino que se desarrolla tras unos días o hasta tres semanas tras la lesión, y por lo general acompaña a la espasticidad o precede a ésta.

        Es evidente la existencia de hiperreflexia cuando se aprecian algunos o todos los fenómenos siguientes:

       - Disminución del umbral del estímulo. Se precisa un estímulo de menor intensidad para obtener la respuesta refleja.

       - Ampliación de área reflexógena: Puede provocarse la respuesta percutiendo sobre músculos o haces tendinosos próximos al punto habitual de estímulo del reflejo en cuestión.

       - La respuesta es más amplia. El grado de extensión o flexión de los músculos explorados con ese reflejo aumentará de forma considerable.

       - La respuesta es más rápida y repetitiva, pudiendo hacerse incluso continua, que sería a lo que se denomina "clonus".

       - Difusión de la respuesta. Normalmente el reflejo miotático es muy selectivo y sólo responde el músculo estimulado. En las lesiones de las vías cortico-espinales al desaparecer o disminuir la influencia moduladora del haz piramidal participan de la respuesta otros músculos del mismo segmento, lo que es conocido como difusión intrasegmentaria, músculos de otros segmentos vecinos, la denominada difusión intersegmentaria, o incluso de los segmentos contralaterales, difusión contralateral.

        Por otra parte existe una disminución e incluso desaparición de los reflejos cutáneos; el reflejo cutáneo abdominal, que se explora al pasar un objeto romo por el hemiabdomen produciendo la contracción y posterior desplazamiento del ombligo hacia el lado explorado, y el reflejo cremastérico, que se estimula al rozar la piel del muslo cercana a la ingle con una contracción del cremáster como respuesta, requieren de la indemnidad de la vía piramidal, estarán disminuidos o ausentes proporcionalmente a la lesión.