• Pruebas para el estudio de los trastornos de la sudoración

    RESUMEN: Hay distintas pruebas que nos pueden ayudar en el estudio de los trastornos de la sudoración.


    El test cuantitativo del reflejo axónico sudomotor puede ser útil en el estudio de neuropatías de fibra fina y en el síndrome de dolor regional complejo. Se estimula la sudoración en una pequeña área cutánea con acetilcolina mediante inyección intradérmica o iontoforesis. Es una prueba sensible, pero no da un diagnóstico topográfico, existe tolerancia y requiere un aparataje complejo.


    En el test cuantitativo directo e indirecto del reflejo axónico sudomotor tras la estimulación de las glándulas sudoríparas mediante iontoforesis de una sustancia colinérgica se aplican impresiones de silicona que permite cuantificar el tamaño, número y distribución de las gotas de sudor mediante técnicas digitales.


    El test de sudoración termorreguladora es cualitativo, valorando un mapa corporal de sudoración como respuesta a la exposición a altas temperaturas. Es un test sensible, pero requiere un aparataje complejo.


    La respuesta cutánea simpática se basa en activar las glándulas sudoríparas en respuesta a un estímulo, habitualmente eléctrico, midiéndose la variación del potencial de la piel. Su principal aplicación clínica es en el estudio de neuropatías de fibra fina, pero también se ha evaluado en la enfermedad de Parkinson, traumatismos medulares, esclerosis múltiple, etc. No hay consenso sobre cuál es la respuesta normal entre los diversos autores, dicha respuesta varía en función de múltiples factores y puede existir tolerancia.


    También se emplean test de impresión, como el que emplea una tinción de iodo sobre la superficie cutánea, que se cubre de almidón, lo cual provocará un cambio de coloración del iodo-almidón en las regiones con sudor.