• Respuesta cutánea simpática

    INTRODUCCIÓN

    También llamada respuesta cutáneo galvánica, se basa en aplicar un estímulo generalmente eléctrico (pero también magnético, sonoro, doloroso o una inspiración profunda) obteniéndose como respuesta la activación de las glándulas sudoríparas. El sudor producido induce un cambio de la resistencia galvánica en la superficie cutánea (Illigens et al; 2009).

     

    BASES FISIOLÓGICAS. REFLEJO SOMATO-SIMPÁTICO

    El estímulo eléctrico aplicado es transmitido por las fibras sensitivas finas mielinizadas hasta la médula (donde contacta con neuronas simpáticas) y niveles superiores (tronco del encéfalo, hipotálamo, lóbulo frontal). La respuesta simpática de estos centros (reflejo polisináptico) es transmitida a través de la médula espinal (columna intermediolateral) y posteriormente por la cadena simpática paravertebral hasta las glándulas ecrinas. La secreción de sudor cambia la resistencia de la piel a la conducción eléctrica. (Callejas et al; 2002) (Donofrio et al; 2001) (Navarro; 2001)

     

    TÉCNICA

    Se utilizan electrodos de superficie colocados en palmas o plantas (electrodo activo) y en dorso de pie o mano (electrodo de referencia). A continuación se estimula eléctricamente el nervio mediano o tibial contralateral (30-50 mA durante 0.2 ms). Se pueden realizar estímulos repetidos a intervalos superiores a un minuto y la duración de cada estudio no debe superar los 15 minutos para evitar el fenómeno de habituación (vide infra). La respuesta es procesada por un aparato de electromiografía standard, siendo ésta la mayor ventaja de la técnica (no precisa de un aparataje complejo) (Jaradeh et al; 2003). Debe realizarse en condiciones de temperatura cutánea por encima de los 30º, con el paciente relajado y en decúbito supino.

    RESULTADOS

    La respuesta simpaticocutánea suele tener morfología trifásica o bifásica en las manos y bifásica en los pies con variaciones inter e intraindividuales en morfología, latencia y amplitud. El componente negativo corresponde a la actividad de la glándula y el positivo no ha sido del todo establecido. Se pueden obtener dos tipos de respuesta de acuerdo a su polaridad: una onda positiva (84% de controles según algunas series) o una onda negativa (26% de controles) (Kucera; 2004).

    La latencia es el intervalo entre el artefacto de estímulo y la primera deflexión. La amplitud se determina entre la primera y segunda deflexión. Existen datos normativos de latencia y amplitud en sujetos sanos (manos: latencia 1.5seg, amplitud 0.5-1.3 mV. Pies: latencia 1.9-2.1seg, amplitud 0.15-0.8 mV). (Illigens et al; 2009)



    DESVENTAJAS

    - No es capaz de establecer el nivel de la lesión (vía aferente, conexiones centrales, vía eferente).

    - Existen variaciones inter e intraindividuales de latencia y amplitud.

    - Fenómeno de habituación: la estimulación repetida disminuye la amplitud de la respuesta.

    - Diversos factores pueden condicionar la respuesta (edad, sexo, temperatura corporal, estrés emocional, fármacos…). En mayores de 60 años puede no evocarse respuesta hasta en el 25% de los casos en las manos y el 50% en los pies.

    - Existen discrepancias entre los diferentes autores a la hora de determinar en qué consiste una respuesta anormal: unos defienden que solo una respuesta ausente es patológica (análisis cualitativo), otros que también una amplitud y/o latencia disminuida es anormal (análisis cuantitativo).

    - Pueden aparecer respuestas espontáneas.

     

    APLICACIONES CLÍNICAS

    Su principal aplicación ha sido en el estudio de las neuropatías periféricas de fibra fina (diabética y urémica) habiéndose reportado una ausencia de la respuesta cutánea simpática en el 66% de los pacientes diabéticos a nivel de los pies y en el 28% a nivel de las manos. También ha sido estudiada en otros tipos de neuropatías como la amiloidea familiar, neuropatías sensitivomotora hereditaria, enfermedad de Sjögren, etc. (Vetrugno et al; 2003)

    En patología del sistema nervioso central se ha evaluado en la enfermedad de Parkinson, atrofia multisistema, esclerosis múltiple, traumatismos espinales y esclerosis lateral amiotrófica.

    (Low; 2003) (Hilz et al; 2006) (Safwan; 2003) (Weimer; 2010)

     

    BIBLIOGRAFÍA

    Callejas MA, Grimalt R, Valls J, Peri JM (2002). Hiperhidrosis primaria. Med Clin 119(17)659-65.

    Donofrio P, Caress J (2001). Autonomic disorders. The Neurologist. 7:220-233.

    Illigens B, Gibbons C (2009). Sweat testing to evaluate autonomic function. Clin Auton Res 19:79-87.

    Jaradeh SS, Prieto TE (2003). Evaluation of the autonomic nervous system. Phys Med Rehabil Clin N Am 14(2):287-305.

    Kucera P, Goldenberg Z, Kurca E, (2004). Sympathetic skin response: review of the method and its clinical use. Brastis Lek Listy.105(3):108-116.

    Hilz MJ, Dütsch M (2006). Quantitative studies of autonomic function. Muscle Nerve. ;33(1):6-20.

    Low PA (2003). Testing the autonomic nervous system. Semin Neurol. 23(4):407-21.

    Safwan S (2003). Evaluation of the autonomic nervous system. Phys Med Rehabil Clin N Am 14:287-305.

    Vetrugno R, Lguori R, Cortelli P, Montagna P (2003). Sympathetic skin response. Basic mechanism and clinical applications. Clin Auton Res.13:256-270.

    Weimer LH (2010). Autonomic testing: common techniques and clinical applications. Neurologist 16(4):215-22.