• Vascularización de la médula espinal

    SISTEMA ARTERIAL
    El rasgo más destacable de la vascularización de la médula espinal es la enorme variabilidad de unas personas a otras, lo que ayuda a entender la complejidad en el diagnóstico y tratamiento de la patología vascular medular. En la médula no existen áreas de irrigación dependientes de una arteria con nombre propio tan claramente definidos como en el encéfalo. Otra peculiaridad que hace que el infarto medular sea raro es la abundante existencia de colaterales, menos frecuentes a nivel cervical, lo que explica que dicha región, a pesar de ser la más rica en aferentes, no sea la menos frecuente en cuanto a localización de isquemias.
    Tratando de sistematizar, la médula es irrigada por la arteria espinal anterior formada por dos ramas que emergen de ambas arterias vertebrales a nivel intracraneal, y recorre toda la médula por el surco medio anterior, y por un par de arterias espinales posteriores originadas igualmente de ramas de ambas vertebrales.
    Sin embargo estas 3 arterias tienen la peculiaridad en nuestro organismo de ser discontinuas: la arteria espinal anterior llega a estrecharse de tal modo que no sirve de anastamosis en diferentes segmentos medulares fundamentalmente D4 y D11, que constituyen territorios limítrofes y por tanto más vulnerables a hipoperfusión y a oclusión de una arteria única. Mientras que las espinales posteriores llegan a formar un plexo también discontinuo. Por lo que más aferentes alcanzan este sistema a diferentes niveles supliendo el flujo sanguíneo. Además vasos circunflejos conectan ambos sistemas.
    Por tanto la irrigación de la médula espinal es segmentaria: arterias generalmente pares emergen metaméricamente para terminar dando afluentes al sistema espinal, se originan bilateralmente en la aorta o sus principales ramas. Tras el nacimiento solo llegan a ser prominentes un número muy variable de estas arterias segmentarias de 5 a 10. A nivel de la médula cervical, donde la irrigación es más abundante, entre 0 y 6 pares de arterias terminan dando ramas a las espinales, siendo las más habituales las procedentes de las arterias cervical ascendente y cervical profunda. A nivel de la médula torácica permanecen entre 2 y 4 arterias segmentarias, y a nivel torácico inferior y lumbar entre 1 y 2, aunque generalmente la mayor parte del flujo lumbar es aportado por una arteria segmentaria prominente que puede alcanzar la médula entre los segmentos D8 y L4, denominada arteria radicular magna o de Adamkiewick. A la médula sacra y cola de caballo llegan pequeñas arterias segmentarias inferiores. Estas arterias segmentarias cuando entran en el canal espinal por los agujeros vertebrales se bifurcan en ramas radiculares anterior y posterior que se dirigen a un sistema u otro.
    Los dos tercios anteriores de la médula espinal: sustancia blanca, cordones anteriores y laterales, y sustancia gris de astas anteriores, laterales, central y prácticamente los dos tercios anteriores de astas posteriores, son irrigados por la arteria espinal anterior a través de ramas arteriales que emergen perpendiculares y recorren surco medio anterior (surcales), habitualmente cada una de ellas solo irriga un lado derecho o izquierdo. El tercio posterior de la médula que incluye los cordones posteriores y el tercio dorsal de las astas posteriores es irrigado por ramas penetrantes de las arterias espinales posteriores. La sustancia blanca superficial también recibe ramas de los vasos circunflejos anastomóticos o vasocorona. En la médula hay áreas denominadas de cuenca en las que los capilares sanguíneos reciben sangre de ramas penetrantes de la espinal anterior y de la posterior, pero no todas las áreas tienen la misma abundancia de protección circulatoria.
     
    DRENAJE VENOSO
    Es igualmente variable, corre paralelo al sistema arterial. Venas radiales emergen en la superficie medular desembocando en: venas espinales posteriores (son tres pero realmente forman un plexo irregular), en el plexo venoso coronal, o forman venas surcales que alcanzan la vena espinal anterior que puede ser doble e irregular. Los sistemas anterior y posterior desembocan en 8 a 12 venas radiculares, de las que también destaca una más prominente a nivel lumbar, vena radicular magna. Dichas venas desembocan en el plexo venoso epidural que recorre toda la columna vertebral desde el sacro al occipucio sin válvulas, comunicando directamente los plexos pélvicos con los senos venosos craneales sin paso pulmonar.
     
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