• Cambios fisiológicos durante el sueño

    En mayor o menor medida todas las funciones fisiológicas cambian durante el sueño. Veremos a continuación las modificaciones producidas en los sistemas más relevantes.



    Sistema nervioso central
    La actividad encefálica va disminuyendo progresivamente en el paso de la vigilia al sueño NREM. El consumo de glucosa en la corteza cerebral durante el sueño NREM es menor y más homogéneo que en otras regiones. En el sueño REM por el contrario la actividad aumenta, siendo esto particularmente evidente en las regiones relacionadas con la vía visual.



    Sistema nervioso periférico
    Durante el sueño se produce una disminución de la actividad motora y un aumento de la intensidad necesaria de estímulos externos. En el sueño NREM la actividad disminuye pero se conserva un cierto grado de activación que permite los movimientos corporales y se manifiesta por el registro de tono muscular. En el sueño REM predomina la atonía de la musculatura esquelética, exceptuando la ocular, por una inhibición de las motoneuronas, aunque de manera intermitente se observan contracciones de músculos faciales que suelen coincidir con las salvas de movimientos oculares rápidos.



    Sistema nervioso autónomo
    Carece de control voluntario y durante el sueño se provocan importantes modificaciones tanto en su porción simpática como parasimpática. Las funciones vegetativas son diferentes en sueño REM y NREM, fundamentalmente la respiración, la actividad cardiovascular y la regulación de la temperatura corporal.



    Respiración
    Durante la vigilia la respiración tiene un doble control: voluntario (a través de la corteza premotora) e involuntario (a través de neuronas localizadas en la región inferior del tronco). Durante el sueño se reduce la ventilación ya que desaparece el control voluntario y aumenta el umbral sensorial. Además cambia la sensibilidad de los quimiorreceptores a las concentraciones de CO2 y O2. El descenso de la ventilación alveolar da lugar a hipoxemia e hipercapnia relativas, que serán las que regulen la frecuencia y amplitud de la respiración. En la transición vigilia-sueño la respiración suele ser irregular, estabilizándose a medida que el sueño NREM se hace más profundo. El estímulo fundamental que controla la respiración en esta fase es la concentración arterial de CO2. Durante el sueño REM la frecuencia respiratoria aumenta y la respiración vuelve a ser irregular pudiendo depender de una cierta activación cortical. La atonía además aumenta la resistencia de la vía aérea superior.



    Actividad cardiovascular
    Durante el sueño NREM la tensión arterial disminuye entre 2 y 5 mm/Hg, fundamentalmente en las fases III y IV, haciéndose muy estable. Por el contrario durante el sueño REM sufre importantes variaciones alcanzándose en esta fase los valores máximos y mínimos de la noche. Por su parte la frecuencia cardíaca disminuye en el paso de la vigilia al sueño NREM y durante el sueño REM se hace irregular pudiendo llegar a valores máximos por encima del 30% del basal en vigilia.
    Durante el sueño NREM se produce una vasodilatación activa que aumenta el aporte sanguíneo a las vísceras. En el sueño REM tónico se mantiene la vasodilatación excepto en la musculatura esquelética donde se produce vasoconstricción. En el sueño REM fásico la vasoconstricción se generaliza lo cual provoca el aumento de la TA en esos periodos (Calhoun, 2010).
    La angina de pecho, el infarto de miocardio y los ACVA, cuando suceden por la noche, son más frecuentes al amanecer cuando aumenta la cantidad de sueño REM, aunque no son exclusivos de esta fase.



    Regulación de la temperatura corporal.
    La regulación de la temperatura se produce por mecanismos independientes de los que dirigen el ritmo circadiano de sueño, pero existe cierta relación entre ambos en el hipotálamo. Durante el sueño nocturno se produce la mayor disminución de la temperatura corporal. Los mecanismos de termorregulación son más inestables durante el sueño NREM que durante la vigilia, por lo que la temperatura desciende. Durante el sueño REM la temperatura corporal se va ajustando a la temperatura ambiente. Las temperaturas ambientales extremas provocan interrupción del sueño, con frecuentes despertares, reduciéndose fundamentalmente la cantidad de sueño REM (Vaara, 2009)



    Cambios hormonales


    Existen variaciones hormonales cuya liberación está ligada a una determinada fase de sueño. Las principales son la hormona del crecimiento (HC) y la renina. La producción de HC tiene lugar durante el sueño de ondas lentas y principalmente en las primeras 2 horas de sueño. La liberación de HC va disminuyendo a los largo de la vida adulta para desaparecer en la vejez. La renina presenta variaciones ligadas al ciclo REM-NREM.
    La prolactina, las gonadotropinas, la hormona folículo-estimulante, la hormona luteinizante y la hormona estimulante del tiroides (TSH) tienen una secreción relacionada con el estado de sueño, pero no con una fase en concreto. La liberación de prolactina se produce durante el sueño, alcanzándose un pico a los 40-60 minutos desde el comienzo del sueño. Se secreta también en las siestas diurnas y se produce juna secreción compensatoria tras una privación de sueño. Las gonadotropinas, la hormona folículo-estimulante y la hormona luteinizante también se secretan durante el sueño y se inhiben en vigilia. Por su parte la TSH parece tener una relación inversa con el sueño, teniendo su pico más alto a últimas horas de la tarde y disminuyendo a lo largo de la noche.
    La melatonina se produce independientemente del ciclo vigilia-sueño, se libera principalmente por la noche, pero está controlada por el ciclo luz-oscuridad, siendo el factor determinante para su producción la duración del periodo de luz diario y el nivel de iluminación. Su secreción está controlada por conexiones neurales entre la retina y el hipotálamo donde el núcleo supraquiasmático posee receptores sensibles a la melatonina. (Kunz, 2010) La luz inhibe su liberación.
    La liberación de cortisol y ACTH es también independiente del sueño, pero nestán relacionados con él. El inicio del sueño inhibe la liberación de cortisol, independientemente de la hora a la que se duerma.



    Aparato digestivo
    Los movimientos de deglución se reducen lo cual favorece el reflujo gastroesofágico, aumentado también por la postura. Los movimientos peristálticos permanecen iguales o disminuyen. Disminuye la secreción gástrica y se hace más ácida.



    Actividad sexual
    Las erecciones y la tumescencia del clítoris aumentan significativamente en el sueño REM, aunque no es exclusivo de este. Esta activación es mayor en varones y no se acompañan de ensueños de contenido sexual. En la práctica clínica se usa el registro de las erecciones durante el sueño para diferenciar la impotencia orgánica de la psicógena, de modo que si se registran erecciones se puede descartar la causa orgánica. A la inversa no se puede afirmar lo mismo, ya que la tumescencia del pene puede disminuir en estados depresivos.



    BIBLIOGRAFÍA
    Calhoun DA, Harding SM. Sleep and hypertension. Chest. 2010 Aug;138(2):434-43.
    Vaara J, Kyröläinen H, Koivu M, Tulppo M, Finni T. The effect of 60-h sleep deprivation on cardiovascular regulation and body temperature. Eur J Appl Physiol. 2009 Feb;105(3):439-44.
    Kunz D, Mahlberg R. A two-part, double-blind, placebo-controlled trial of exogenous melatonin in REM sleep behaviour disorder. J Sleep Res. 2010 Dec;19(4):591-6.