• Discinesia paroxística cinesigénica primaria

    Descrita en 1967 por Kertesz, es la más frecuente del grupo (prevalencia estimada 1/150.000). Hay casos familiares (en torno al 50% en las series publicadas) y esporádicos, siendo el fenotipo clínico superponible entre ambos. Hay una claro predominio masculino (3-4:1), con inicio en las dos primeras décadas de la vida (5-15 años, más variable en esporádicos), aunque el rango es amplio (6 meses-40 años).

     
    Manifestaciones Clínicas
    • Típicamente un movimiento brusco de todo el cuerpo (levantarse de una silla, iniciar una carrera) provoca una distonía de distribución hemicorporal, no dolorosa, sin desconexión del medio, que se resuelve espontáneamente en poco tiempo (segundos, 1-2 minutos) sin pérdida de fuerza o sensibilidad residual.
    • Otros desencadenantes referidos son el sobresalto, la hiperventilación, la intención de moverse, el movimiento restringido de un miembro e incluso el ejercicio continuo. El umbral disminuye en situaciones de fatiga o estrés.
    • La distonía predomina sobre los movimientos coreicos, balismo o atetosis, y es frecuente la asimetría. Es más frecuente que la afectación sea siempre del mismo lado que alternante o bilateral. En ocasiones la distonía puede ser focal (por ejemplo la mandíbula, interfiendo con el habla)
    • Muchos pacientes refieren un aura de tipo sensitivo focal en la zona afectada, o generalizada inespecífica, que puede ser el único síntoma si el paciente es capaz de suprimir el ataque (por ejemplo, deteniendo la actividad o ralentizando el movimiento)
    • La frecuencia es elevada (1-20 al día, se han descrito hasta 100 diarios). Tras un ataque suele haber un breve periodo refractario en que no se puede desencadenar un nuevo episodio.
    • La exploración neurológica fuera de los episodios debe ser estrictamente normal, si bien se ha descrito casos con distonía y mioclonías interictales en casos aislados.
     
    Diagnóstico
    • El diagnóstico se establece sobre una base clínica (criterios de Bruno 2004, ver tabla 4), y la presencia de antecedentes familiares apoya el diagnóstico. El test genético (ver DPC-Genética) se realiza en el ámbito de la investigación.
    • Se deben descartar razonablemente causas secundarias, que han de sospecharse en casos atípicos por edad de inicio o características clínicas, en especial si la distonía es dolorosa.
    - Tratamiento y pronóstico
    • La DPC es muy sensible a carbamacepina y fenitoína a dosis bajas, otros FAEs son menos efectivos.
    • Existe una tendencia a la remisión en la tercera o cuarta década, en especial en mujeres.
    • Una variante de inicio precoz (en el primer año de vida), parece mostrar una menor respuesta al tratamiento y ataques durante el sueño sin otras características atípicas.
     
    Genética
    El modo de herencia en los casos familiares es principalmente autosómico dominante con penetrancia incompleta (80-90%), aunque se han descrito casos de herencia autosómica recesiva (series asiáticas). 
    En varias familias en las que coexistían convulsiones infantiles familiares benignas (CIFB) y DPC (en el mismo individuo o en distintos miembros de la familia) se estableció una asociación con el locus 16q11.2-q12.1, (Episodic Kinesigenic Dyskinesia –EKD1, dystonia genetic locus 10, DYT10, OMIM 128200), en una región del cromosoma 16. En otras familias que presentaban CIFB puras se encontró ligamiento al mismo gen. Actualmente se considera que ambas entidades son alélicas del mismo locus y representarían una expresividad variable en distintas etapas de la vida (CIFB en edades tempranas y DPC más tardía). Se ha encontrado ligamiento con otro locus de la misma región en una familia aislada con DPC y epilepsia (16q13-q22.1 EKD2, OMIM 611031). En una familia con DPC y epilepsia generalizada idiopática y otra familia con la combinación de epilepsia rolándica, distonía del escribiente y DPIE (ver DPIE-Genética) se ha encontrado ligamiento con sendos loci vecinos. 
     
    Estos datos convierten esta región pericentromérica del cromosoma 16 en un área clave por ser sustrato genético común entre las discinesias paroxísticas y las epilepsias hereditarias. Aunque la función de estos genes no se ha podido establecer, la opinión mayoritaria apunta a una fisiopatología común en el terreno de las canalopatías, entre otros motivos por la analogía evidente con entidades como la ataxia episódica tipo 1 (con similares desencadenantes, frecuencia y duración de los ataques) debida a mutaciones de los canales de potasio (KCNA1, cromosoma 12p).
    Para mayor complejidad, cada vez hay existen más indicios de la heterogeneidad genética de la DPC. Hay evidencia putativa de un tercer locus (EKD3) por exclusión de EKD1 y EKD2 en varias familias (China y Reino Unido) con fenotipo típico. Más aún, en una familia con DPC pura se ha encontrado asociación con un locus en el cromosoma tres (3q28-29), y por otro lado se ha descrito DPC típica en un trastorno complejo ligado al cromosoma X (mutación del gen MCT8) que asocia retraso psicomotor grave y disfunción tiroidea.
     
    Entidades relacionadas
    Se han descrito en asociación con DPC epilepsia (de inicio en la infancia), temblor esencial, distonía del escribente, parkinsonismo con respuesta a levodopa (en un caso con mutación en EKD1) y el Síndrome de Parry Romberg.
     
     
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