• Neurología y Enfermedades gastrointestinales y del sistema hepático-biliar

    En el presente capítulo se van a discutir diferentes enfermedades gastrointestinales y del sistema hepático-biliar que pueden presentar sintomatología neurológica asociada.

    La enfermedad celiaca o enteropatía sensible al gluten, presenta una prevalencia en torno al 1%. Se considera una enfermedad sistémica pues puede tener diferentes manifestaciones como son la enteropatía, la dermatitis, y disfunción neurológica; siendo la ataxia y la neuropatía periférica los síntomas más frecuentes.

    La enfermedad de Whipple también es un trastorno multisistémico, en este caso causado por la infección del bacilo Tropheryma Whippelii. (Lo incluimos en este apartado pues cursa con sintomatología gastrointestinal como la estatorrea y el dolor abdominal). Puede presentar distintos síntomas neurológicos, uno de ellos es característico de esta enfermedad, la miorritmia oculomasticatoria.
    La cirugía bariátrica para el tratamiento de la obesidad puede presentar diferentes complicaciones agudas tras la intervención como síndromes malabsortivos que pueden ocurrir mucho tiempo después de la operación.

    Hay otras enfermedades como la Enfermedad Inflamatoria Intestinal y los procesos tumorales del aparato digestivo que pueden cursar con sintomatología neurológica.

    Algunos trastornos de la motilidad esofágica o gastrointestinal como la acalasia o la gastroparesia, se ha visto que pueden verse en algunas entidades neurológicas.

    En el contexto de una hepatopatía pueden aparecer complicaciones neurológicas como la encefalopatía hepática, que suele presentar diferentes características si se debe a un fallo hepático agudo o crónico. Esta entidad también denominada encefalopatía portal sistémica será tratada en el apartado que incluye diferentes encefalopatías metabólicas en el capítulo 11). link 11.1.1.3

    Los diferentes tipos de hepatitis A, B, C pueden asociar complicaciones neurológicas debido a distintos mecanismos y a los tratamientos utilizados como el interferon.

    La etiología de las manifestaciones neurológicas tras un trasplante hepático son variadas y cambia según el momento de evolución tras la intervención.

    Cualquier fármaco que se vaya a utilizar en un paciente con un problema hepático debe ajustarse en función del grado de su disfunción hepática. Los efectos neurotóxicos de los fármacos que se emplean en pacientes con patología hepática como los inmunosupresores o antibióticos pueden ser difíciles de reconocer y es esencial su identificación para poder suspenderlos.