• Neuropatía femoral.

    Con origen en las raíces L2, L3 y L4, el nervio femoral inerva el psoas y el cuádriceps, por lo tanto su lesión produce debilidad en la flexión de la cadera y en la extensión de la rodilla. El trastorno sensitivo abarca la parte anterior del muslo y la cara interna de la pierna, en el territorio del nervio safeno, la rama sensitiva del nervio femoral. Lo habitual es que el reflejo rotuliano esté disminuido o ausente.
    Se daña fundamentalmente en 2 localizaciones. El espacio pélvico retroperitoneal, y cuando pasa por debajo del ligamento inguinal. La flexión de la cadera es débil cuando la lesión es intrapélvica pero es normal cuando la lesión se localiza en la región inguinal.
    La cusa más frecuente de lesión es yatrógena durante la realización de procedimientos diagnósticos o quirúrgicos intrapélvicos, inguinales y en la cadera. Casi todos tienen lugar tras el uso de retractores. La punción femoral durante la arteriografía es otra causa no infrecuente de lesión. Procesos ocupantes de espacio intraabdominales como tumores o hematomas también pueden comprimirlo. Durante la posición de litotomía el nervio puede dañarse bilateralmente.
    El diagnóstico se apoya en la electromiografía con denervación del cuádriceps. Los estudios de conducción motora son técnicamente dificultosos. El principal diagnóstico diferencial debe hacerse con la radiculopatía L4 explorando los músculos adductores del muslo que son dependientes de este territorio a través del nervio obturador y estarán indemnes en la neuropatía femoral.
    El tratamiento es conservador a menos que exista una lesión ocupante de espacio. La neuropatía femoral aguda en pacientes anticoagulados debe hacer sospechar inmediatamente un hematoma retroperitoneal que se confirma por TAC y  puede requerir drenaje si la evolución es desfavorable.